Zoom a las 40 horas laborales – Diario Financiero

Nota realizada entre el Diario Financiero y Deloitte.

Hace unos días fue aprobada la normativa que establece una reducción de la jornada laboral, la cual se espera que impacte a más de 4 millones de trabajadoras y trabajadores a nivel nacional. ¿Cómo deben prepararse las empresas para este cambio?

Tras varios años de tramitación en el Congreso, finalmente logró ver la luz la nueva Ley 40 Horas, proyecto que define una reducción gradual de la jornada laboral pasando de las actuales 45 horas a 44 en 2024, para terminar en 40 años al quinto año de promulgada la norma.

De esta manera, existen dos fases para la entrada en vigencia de la ley, lo que para Santiago Swett, gerente de Deloitte Legal, permitirá a las empresas prepararse para los escenarios que vienen. “Hay normas que regirán al año de entrada en vigencia de la ley: registro de asistencia, exclusión de limitación de jornada, bandas horarias de madres y padres trabajadores, entre otras. Por otro lado, hay normas que tienen un cambio gradual anual hasta el 2028”, dice, explicando que en el caso de estas últimas se consideran las normas referidas especialmente a la flexibilización de la jornada, a través de un sistema 4×3 o de sistemas excepcionales de jornadas de 42 horas en promedio semanal.

El proyecto -que, según estimaciones del Ministerio del Trabajo, impactará a más de 4 millones de trabajadores que ejercen sus labores bajo el Código del Trabajo- establece también que su aplicación en ninguna circunstancia podrá representar una disminución de las remuneraciones de los beneficiados y que los plazos son máximos, es decir, cualquier empleador puede anticiparse y aplicar la medida.

“El principal beneficio que entrega la reforma al Código del Trabajo en materia de jornada laboral es posibilitar una mejora en el bienestar y calidad de vida de las y los trabajadores del país”, asegura Jeannette Jara, ministra del Trabajo y Previsión Social, profundizando que elementos como las bandas horarias de ingreso diferenciado para madres y padres de niños menores de 12 años y la posibilidad de compensar horas extraordinarias con días de feriado adicional son factores que abren la oportunidad para una distribución más equitativa de los cuidados.

Un nuevo escenario para las empresas

La nueva normativa también establece la posibilidad de acordar jornadas laborales promediadas, lo que significa que los trabajadores podrán pactar con sus empleadores que la jornada ordinaria de 40 horas se cumpla en un promedio de hasta cuatro semanas, con un máximo de 45 horas semanales.

“Dentro de los principales factores a convenir están la flexibilidad en la realización de las tareas y el diseño de nuevas combinaciones de horarios y turnos de trabajo, desarrollados en un contexto de diálogo y compromiso de los involucrados en el lugar de trabajo”, asevera Pablo Cea, profesor investigador del Área Organizacional de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo (UDD). Esta medida también impactaría de manera positiva a las personas con discapacidad y otros grupos que tienen barreras de acceso, pues “facilita la inclusión laboral, ya que las y los trabajadores pueden pactar horarios y modalidades de trabajo diversas”, agrega Ana María Acuña, directora de Responsabilidad Social Inclusiva de Fundación Ronda.

Así, es necesario “evaluar cómo y en qué plazo el negocio será impactado por las normas introducidas, para empezar a diseñar su implementación velando por la continuidad operacional del negocio, evitar la disminución de producción y gestionar una buena relación con los colaboradores y sindicatos”, puntualiza Swett, de Deloitte Legal.

Un análisis compartido por Paula Gómez, socia de CLA Consulting, quien destaca que será clave que las organizaciones comiencen a hacer las cosas de manera diferente, saliendo “de una cultura de supervisión y control para moverse a dinámicas de trabajo donde se desarrolle y valore la responsabilidad personal y la gestión por objetivos más que por tareas”.

Los expertos también coinciden en que será importante preparar y formar liderazgos para acompañar los cambios de rutinas, algo que ya se ha podido ver con la implementación del Sello 40 horas para las empresas que buscaron sumarse a este cambio antes de la promulgación de la normativa oficial. “La reducción de las jornadas no solo desafía a las empresas a ajustar sus procesos productivos, sino que también a las y los trabajadores a ajustar sus labores a los nuevos límites que entrega la jornada”, comenta la ministra.

Finalmente, en términos de productividad, la experiencia de los países que han aplicado esta norma indica que la gradualidad en su implementación amortigua los posibles efectos adversos que la reducción de jornada podría tener en este ámbito, por lo que se espera que, en la medida que los colaboradores perciban que sus exigencias son proporcionales al tiempo y a las capacidades que tienen individualmente, no debiese verse afectado el rendimiento.