Índice de Capacidad Adaptativa (ICA): El futuro predictor del desempeño de las organizaciones

Los últimos dos años nos han enseñado que hemos dejado de vivir una realidad que podemos considerar lineal, para pasar a otra donde el cambio permanente comenzó a ser la constante; y en un contexto inestable, lo relevante es adaptarse más que predecir.

 

Probablemente esta reflexión ya no es una sorpresa para nadie, pero nos desafía a medir esta capacidad aplicando un instrumento que hemos venido desarrollando en nuestro trabajo de consultoría. De esta forma, hemos hecho el esfuerzo por aumentar su alcance, realizando un análisis para entregar información relevante a las organizaciones. Es así como nació el Estudio Público de Capacidad Adaptativa 2021, que nos ha permitido, en un esfuerzo conjunto con Start-Up Chile e Icare, medir esta condición –entendida como la capacidad de cambiar guiada por un propósito que genere progreso– en diversos sectores de nuestras industrias. Para poder cumplir este propósito el estudio se estructuró en 13 variables de medición.

 

El reporte de los resultados, en el que participaron pymes, startups y empresas más tradicionales, evidencia algunos datos que pueden considerarse más predecibles (pero nunca antes medidos), como por ejemplo que las startups son más adaptativas, presentando un promedio de 67,9 en una escala del 0 al 100 en su Índice de Capacidad Adaptativa (ICA), mientras las empresas tradicionales pequeñas tienen un ICA de 61,7 y las tradicionales grandes un 48,8.

 

Lo anterior se manifiesta en dos dimensiones utilizadas por el instrumento, cuán participativas o no son las organizaciones en la toma de decisiones, y cuán orientadas hacia afuera, al entorno, a los clientes o al mercado se encuentran. Mientras las startups aparecen mucho más participativas y más conectadas y orientadas hacia el entorno, los clientes o el mercado, desde el mundo tradicional, se percibe que a las compañías grandes les cuesta más entender y conectarse con el entorno.

 

“Toda organización debería plantearse seria y conscientemente, aumentar su capacidad adaptativa, porque es ella la que le permitirá evolucionar de manera constante en un contexto de cambios desafiantes y acelerados. Es esta capacidad, de hecho, la que explica hoy la ventaja competitiva que una empresa pueda tener sobre otra, y el mejor predictor de su desempeño de mediano plazo”, explica Juan Carlos Eichholz socio fundador de CLA Consulting.

Entonces, ¿qué empresas reflejan mejor esa ventaja competitiva? ¿cuáles serían las industrias con mayor capacidad adaptativa? El estudio señala que las de Asesorías y Servicios, seguida de las de Tecnología, Salud, Retail, y Banca y Finanzas. En contraparte, las organizaciones que muestran un menor ICA son las del rubro de Construcción e Inmobiliarias, Manufactura y Servicio Público. ¿Le sorprende? Probablemente no, todas las organizaciones mencionadas, además, son más ligadas a estructuras tradicionales y jerárquicas, que probablemente requerirán mayor flexibilidad para abordar los desafíos del constante cambio.

 

Particularmente, es el servicio público el que menos se asocia a una entrega adecuada, donde la burocracia abunda y el liderazgo escasea.

 

En este sentido, el presidente de Icare, Lorenzo Gazmuri señala que “este estudio es importante, porque confirma que los nuevos liderazgos al interior de las empresas deben centrarse en las personas. Ellas son la fuente de recursos para transformarlas en compañías más amables, humanas, adaptables y formadoras”. En el actual escenario mundial y nacional, donde nos enfrentamos a una crisis sanitaria y económica, en medio de escenarios impredecibles, la capacidad de adaptación pasa a ser un elemento fundamental de las empresas, y es una de las características inherentes al quehacer empresarial”.

 

Al adentrarnos en las 13 variables medidas, la de Responsabilidad Compartida obtiene los mejores resultados (ICA de 64,1), esto implica que los encuestados perciben que en sus organizaciones la colaboración se practica como un valor organizacional importante. Como contrapartida, la variable Experimentación fue una de las con peor resultado, ya que existe una percepción relativamente generalizada de que la estrategia organizacional se enfoca prioritariamente hacia la obtención de logros y metas, más que en estar experimentando continua y rápidamente para generar nuevos productos y servicios. Un 55,9% de los encuestados pertenecientes a empresas tradicionales grandes considera que la estrategia se enfoca hacia logros y solo un 13,3% hacia la experimentación, lo opuesto a las startups, donde un 51,9% de las personas plantea que hay mayor foco en la experimentación.

 

En esta línea, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, complementa que “el estudio nos muestra que las diferencias en la capacidad adaptativa de las distintas empresas chilenas, es a la vez una oportunidad para seguir contribuyendo a la competitividad y diversificación productiva del país, a través del fomento a la inversión y fortaleciendo del capital humano, que nos permita alcanzar el desarrollo sostenible y territorialmente equilibrado”, comentó.

 

Esperamos seguir presentando anualmente este Estudio Público de Capacidad Adaptativa, entregando datos a partir de un indicador robusto, que permita hacer comparaciones y mejorar el análisis organizacional. Así, como también , entender en mayor medida los desafíos en torno al aumento de la capacidad adaptativa de las organizaciones y promover el encuentro entre empresas con lógicas organizacionales diferentes.

 

Para conocer en detalle los resultados de este primer estudio, en el que participaron 606 personas de diferentes tipos de organizaciones pertenecientes a más de 20 industrias, de todos los tamaños (micro, pequeñas, grandes y mega empresas), del mundo de las startups y compañías tradicionales, representando cargos tales como directores, socios, dueños, gerentes generales, gerentes de primera línea, subgerentes, coordinadores, supervisores y profesionales.

Puedes descargar el reporte AQUÍ o seguir leyendo el siguiente resumen:

 

Resultados estudio Capacidad Adaptativa 2021

Principales resultados

Las startups tienen más capacidad adaptativa que las empresas tradicionales.

Según el Índice de Capacidad adaptativa (ICA) las startups presentan un ICA de 67,9 en una escala del 0 al 100. Las empresas tradicionales pequeñas tienen un ICA de 61,7 y las tradicionales grandes de un 48,8. En la práctica esto implica que las startups se consideran más participativas y orientadas hacia los clientes o al mercado, pero muy de cerca se perciben las tradicionales pequeñas. Este resultado podría estar mostrando que el tamaño se posiciona como un factor relevante para la capacidad de anticiparse rápidamente a los cambios y adaptarse, pero que también existen características propias de las startups que las hacen ser más adaptativas, más allá del tamaño. Las empresas tradicionales grandes, por el contrario, se perciben más bajas en el Índice de Capacidad Adaptativa, mostrando que las personas encuestadas de estas empresas aún perciben grandes desafíos para entender el contexto y adaptarse en este tipo de organizaciones.

Los ejecutivos tienen una mirada más crítica que los socios, directores y gerentes generales.

Los resultados de este estudio muestran diferencias de miradas importantes entre cargos jerárquicos de las organizaciones. Un 52,6% de los dueños, socios, directores o fundadores que fueron encuestados perciben a su organización como innovadora. Sin embargo, este número cae abruptamente al preguntarles a subgerentes, entre los cuales solo un 26,8% lo cree así o a jefes, coordinadores y supervisores, donde solo un 28,8% lo percibe de esta forma.

Resultados según Industrias

Según la percepción de los encuestados las industrias con mayor capacidad adaptativa son las de Asesorías y servicios, Tecnología y Salud. Esto implica que tienen una mayor apertura al entorno y a los cambios que éste va trayendo. Al mismo tiempo, se percibe que esa apertura va acompañada de un nivel de participación alto dentro de la organización. A pesar de que son las industrias con mejores resultados, el ICA tiene un puntaje máximo de 100, por lo que se puede concluir que aún quedan grandes desafíos pendientes para mejorar la capacidad de adaptación de las organizaciones chilenas, lo que es transversal a los diferentes tipos de industrias. Las industrias con menor capacidad adaptativa son las de construcción e inmobiliarias, manufactura y el servicio público.

Resultados según Variables

La variable con mayor capacidad adaptativa es la de responsabilidad compartida, lo que implica que los encuestados perciben que en sus organizaciones la colaboración se practica como un valor organizacional importante que favorece el impacto de lo que se hace.

 

La variable con peor resultado es la de disyuntivas estratégicas, lo que significa que los encuestados consideran que la manera de tomar decisiones estratégicas se basa mayormente en procesos y en cuidar a las personas, más que preguntándose o averiguando cuál sería la opinión de los clientes y ciudadanos.

Zoom en variables con resultados bajos

Disyuntivas estratégicas

Es la variable que obtiene peores resultados según el (ICA). Para esta variable en particular hay un nivel de acuerdo alto entre encuestados de distintos cargos, tipos y tamaño de empresas. Tal como se puede observar en el gráfico solo un 8,7% de las mega empresas consideran que las disyuntivas estratégicas se zanjan preguntándose cuál sería la opinión de los clientes y ciudadanos. Este número se mantiene bajo para los demás tamaños de empresas también. De esta forma los resultados arrojan que la manera de tomar decisiones está más centrada en seguir los procesos internos de las organizaciones y en cuidar a los integrantes de éstas, más que en concentrarse en conocer lo que está sucediendo en el entorno y tomar decisiones a partir de ahí.

Experimentación

Es la variable con el segundo peor resultado y hay una percepción relativamente generalizada de que la estrategia organizacional se enfoca prioritariamente hacia la obtención de logros y metas, más que en estar experimentando continua y rápidamente para generar nuevos productos y servicios. Esta opinión es transversal a distintos tipos de organizaciones y tal como se puede mostrar en el gráfico, un 55,9% de los encuestados pertenecientes a empresas tradicionales grandes considera que la estrategia se enfoca hacia logros y solo un 13,3% hacia la experimentación. Este último número cambia al poner el foco en personas pertenecientes a startups, donde un 51,9% plantea que hay mayor foco en la experimentación. Sin embargo, por la naturaleza de estas organizaciones, se esperaría que este número fuera mayor.

Juicio propio

El estudio permite mostrar que hay diferencias significativas de percepción entre cargos con respecto al nivel de autonomía que tiene cada integrante de la organización. Un 57,9% de los gerentes generales cree que en sus organizaciones se anima a las personas a tener opinión propia y decidir con autonomía, mientras que sólo un 33,3% de los subgerentes piensa de esta forma. Este número se mantiene similar para los profesionales, los cuales solo un 39,3% considera que esto se dé en sus organizaciones.

Esta situación cambia un poco al analizar los resultados según la naturaleza de la organización. Un 39,4% de los encuestados pertenecientes a startups creen que en sus organizaciones se anima a tener opinión propia, y un 36,5% de este mismo grupo considera que esto se da sólo en la medida que se busque el mayor consenso posible. Para el caso de los encuestados pertenecientes a empresas tradicionales grandes un 31,2% percibe que la toma de decisiones se basa principalmente en el seguimiento de procesos ya establecidos que deben ser respetados, y sólo un 19,4% considera que se les anima a tener opinión propia.

 

Flexibilidad

Esta variable también obtiene un resultado bajo al no pasar del 50% en el ICA. En este caso se ven diferencias significativas entre las diferentes naturalezas de organización. Un 61,5% de los encuestados que pertenecen a empresas tradicionales pequeñas considera que la estructura organizacional de sus empresas lleva a que exista la autonomía suficiente para realizar el trabajo de manera flexible y ágil. Este número se mantiene muy similar para el caso de las startups. Sin embargo, al hacer un foco en empresas tradicionales grandes el porcentaje cae abruptamente: solo un 35,7% considera que se vive la flexibilidad en el día a día.

El análisis se vuelve aún más interesante si es que se ven las diferencias de opinión entre cargos y es la variable que presenta una mayor brecha entre opiniones. Mientras los cargos jerárquicos más altos perciben que hay suficiente flexibilidad para que exista autonomía en la organización (el 58,7% de los dueños o fundadores cree que es así), para el resto de los cargos este porcentaje va decreciendo, tal como se puede observar en el gráfico.

 

Zoom en variables con brechas significativas

Apertura a la discrepancia

Los resultados del estudio muestran miradas discrepantes entre cargos con respecto de la apertura a la discrepancia. Mientras que un 82,7% de los dueños, socios, directores y fundadores creen que en sus organizaciones se promueve la expresión de distintos puntos de vista y se valora la discusión, sólo un 33,3% de los subgerentes lo perciben así. Dentro de éste último grupo un 51,5% cree que en sus organizaciones las personas se mueven más por defender la postura propia y no se profundiza en tener la mirada de otros. Esta diferencia también se da según la naturaleza de la organización. Mientras que un 89,4% de los encuestados pertenecientes a startups perciben que se pueden expresar distintos puntos de vista, solo un 50,6% de los encuestados de compañías tradicionales grandes lo perciben así.