Equipos en confinamiento, vinculación a prueba – EMOL

Ignacio Martin
Socio CLA Consulting y profesor UAI

Pocas son las empresas que no declaren la importancia de trabajar en equipo. A pesar de ello, y según un estudio de Boston University de diciembre del año pasado, el 76% de los ejecutivos tenía problemas para sentirse conectados con su grupo de trabajo. Hoy, cuando llevamos más de 100 días de la primera cuarentena decretada por la crisis sanitaria, el aislamiento parece hacer aún más difícil esta conexión.

Los equipos generan sinergias, son más productivos, promueven la innovación, alientan la motivación individual y el compromiso con la empresa. Sin embargo, en muchas ocasiones los jefes que lideran estos equipos están tan preocupados de cumplir las tareas y alcanzar las metas asignadas que difícilmente tienen tiempo para desarrollar procesos efectivos de formación y consolidación de equipos. Desgracidamente la cuarentena a exacerbado este problema. Al no tener un espacio físico en el que encontrarnos y compartir, los vínculos se están viendo afectados.

De acuerdo a un artículo publicado el mes pasado en HBR, de 250 ejecutivos entrevistados, la mayoría manifestaba que la coyuntura del coronavirus estaba afectando muy negativamente al trabajo en equipo. El confinamiento nos ha obligado a poner más atención a nuestras circunstancias individuales y familiares, deteriorándose de manera paulatina los vínculos de equipo y el compromiso colectivo con la empresa.

Hoy más que nunca debemos tomar conciencia y fomentar estrategias para mantener la conexión, promoviendo espacios online de vinculación, intercambio y cohesión. Para ello, lo primero es revisar si las tareas habituales son adecuadas para la nueva coyuntura o si deben ser revisadas y adaptadas. Segundo, es importante diagnosticar el estado emocional y relacional del equipo, buscar estrategias para ayudar a superar las dificultades, y reforzar el propósito organizacional que reafirme el sentido compartido y el compromiso organizacional.

Para poder llevar adelante estos puntos, es imprescindible además revisar cómo se está ejerciendo el rol de las jefaturas. Un liderazgo enfocado en el comando y control y el micromanagement, ajeno a los desafios de vinculación y adaptación, supone hoy un riesgo evidente para mantener a un equipo cohesionado. Es necesario, desarrollar nuevas maneras de dirigir y vincularse con sus equipos. Es el momento por tanto de cambiar el ejercicio del liderazgo, adaptándolo a las nuevas circunstancias online y a las necesidades organizacionales del futuro.