El Mercurio: “Diversidad, motor de la productividad”

Luego de años de estancamiento en productividad, la Comisión Nacional (CNP) anunció un crecimiento de 1,3% en 2018, considerándose entre las razones del alza, la inmigración. ¿A qué se debe? ¿Por qué se relaciona con la inmigración?

Según señala la CNP, la falta de competencias locales en las décadas pasadas es una de las posibles razones de la desaceleración en la productividad, lo que en términos puntuales se vería resuelto por la inmigración dado que: 1) el 81% de inmigrantes participa en la fuerza de trabajo, comparado con solo un 61% de la población local; 2) los inmigrantes tienen, en promedio, mayor nivel de escolaridad. Pero más allá del mayor aporte individual también hay que considerar otros aspectos de carácter colectivo. Especialmente destacable es la contribución que hace una mayor diversidad al aumento de la productividad. Según un estudio del MIT la diversidad puede aumentar la productividad en hasta un 40%.

Entonces, si la diversidad es tan relevante ¿por qué tantas empresas han tendido tradicionalmente a la homogeneidad? Porque en el mundo de la eficiencia, el control y la reducción de costos, la homogeneidad ha sido una ventaja. Si se trabaja con personas similares, que parten de las mismas premisas culturales, con focos y experiencias profesionales similares es mucho más fácil coordinarse. Entre iguales hay muchos más puntos de encuentro, mayor comunidad de supuestos y perspectivas y una visión más compartida. Por tanto, a mayor homogeneidad, mayor eficiencia en la realización de tareas conocidas y comúnmente aceptadas.

Sin embargo, hoy en día resulta muy difícil ser competitivo desde la búsqueda de la mera eficiencia. Sin duda, es crucial tener el precio más bajo posible, pero es difícil mantener la competitividad basándose sólo en esta ventaja diferenciadora. Las empresas actuales necesitan ser capaces de responder cada vez más rápidamente a las cambiantes exigencias del mercado, a las nuevas y más altas expectativas de los clientes y ser capaces de crear nuevos negocios a partir de las posibilidades tecnológicas digitales. Es decir, las empresas deben ser capaces de generar nuevas soluciones, productos, servicios o experiencias de cliente a un ritmo cada vez más acelerado. Un ejemplo es la llegada de Cornershop. Las expectativas de los clientes en cuanto a velocidad, trato, flexibilidad y calidad en la compra online cambiaron con el nuevo estándar fijado por Cornershop. Lo que otros supermercados online hacían hasta ese momento dejó de ser suficiente. Ahora toca adaptarse y crear alguna oferta de valor que vaya aún más lejos.
Y justamente para crear esas nuevas posibilidades, ser creativos y poder innovar, la diversidad pasa a ser un factor crítico. A mayor diversidad de perspectivas, valores y experiencias mayor es la sensibilidad que tendrán las organizaciones con respecto a los cambios que ocurran en su entorno y con respecto a las exigencias de los distintos clientes. Y también mayor aporte de ideas disruptivas, originales y valiosas. Por tanto, la diversidad agrega valor cuando tratamos de encontrar nuevas posibilidades de innovación. Es por ello que podemos decir que la homogeneidad reproduce, mientras que la diversidad genera.

Es posible que muchas empresas hayan contratado a extranjeros simplemente porque al parecer estaban mejor preparados y salían más baratos, sin estar intencionado conscientemente el aumento de la diversidad. Pero ojalá esta experiencia que demuestra cómo integrar personas de distintas nacionalidades aumenta la productividad sirva para incentivar políticas y estrategias de integración de la diversidad de forma consciente e intencionada. Diversidad de nacionalidades, como en el caso de la inmigración, pero también diversidad de género, de procedencia social, de formación, de capacidades intelectuales y físicas, etc. Porque en un mundo en cambio acelerado, una organización más competitiva es aquella que es capaz de integrar todo tipo de diversidad para crear una cultura adaptativa.