¿Qué porcentaje de tus capacidades estás desplegando en esta organización? fue la pregunta que nos permitió realizar un levantamiento respecto de la percepción de despliegue de las capacidades individuales en el trabajo. Por edad, los jóvenes son los que menos se sienten potenciados, con un 73,2%, mientras que los que se perciben más consolidados están entre los 51 y 65 años, con un 77,7%.
Uno de los libros más leídos en el mundo de los negocios es “Los siete hábitos de las personas altamente efectivas”, escrito por Stephen Covey, quien solía decir: “trata siempre a tus empleados como quieres que ellos traten a tus mejores clientes”.
¿Quién podría dudar de sus palabras hoy?
Efectivamente, la realización y felicidad de los colaboradores en las empresas ya no es un asunto de Recursos Humanos. Es un tema adscrito a la estrategia general, vinculado con la sostenibilidad.
¿Es posible que una empresa avance en este desafiante tiempo post pandemia sin un adecuado proceso de valorización de sus personas? ¿Es posible que crezca, si las personas dentro de la empresa no encuentran un desarrollo de sus potencialidades? En CLA Consulting creemos que no.
Y como el tema nos parece fundamental para lograr instalar capacidades adaptativas en las compañías, la consultora de investigación y desarrollo de CLA Consulting, Paula Correa, explica: “Hicimos un análisis que incluyó una encuesta a 6.117 personas, de 25 empresas diferentes, con una gran interrogante: ¿Qué porcentaje de tus capacidades estás desplegando en tu organización?”
Al observar por edad, los jóvenes son los que menos se sienten potenciados, con un 73,2%. Esto puede tener que ver con la mentalidad de los millennials, que expresa menor apego a los trabajos y a las empresas, haciendo que su duración sea menor en las empresas, pero también con la capacidad de las organizaciones de mantener desafiados y partícipes de proyectos interesantes a una generación más joven.
Quienes se sienten más “consolidados” en el despliegue de sus capacidades son los colaboradores que están entre 51 y 65 años, con un 77,7%. “Esto podría estar relacionado conque la sensación de consolidación profesional que se alcanza en ese rango de edad, trae aparejada una percepción de mayor despliegue de capacidades”, comenta la experta. Antes se decía que la vida comenzaba a los 40, ahora empieza a los 50.
¿Donde trabajan las personas que sienten que tienen un mayor desarrollo de sus capacidades? En ONGs, con 80.9% de percepción de despliegue. “Es interesante entender qué hay en el desarrollo de estas entidades que hace que sus colaboradores sean los más realizados; es usual la idea de que éstas no son organizaciones con abultados presupuestos”, comenta. Trece puntos más abajo, está el sector en que las personas se sienten menos “potenciados en sus capacidades”: la construcción.
En cuento a cargos, los gerentes y subgerentes son lo que consideran que más despliegan sus capacidades, con 79%; le siguen de cerca los directores (y presidentes de directorios) con 76%, y más atrás los cargos administrativos, con 70%. Es relevante observar lo que sucede con la percepción de despliegue a medida que va disminuyendo el nivel jerárquico. “Esto, sin duda, trae desafíos organizacionales relevantes, ya que la estructura tradicional de las organizaciones está cambiando, haciéndose más horizontal. Por lo tanto, surge la siguiente interrogante: ¿Cómo roles que no tienen personas a su cargo -los profesionales, por ejemplo- encuentran los espacios para ir desplegando sus capacidades de igual forma?”, puntualiza.
Los datos presentados en este CLA Insight permiten mostrar las primeras reflexiones sobre componentes que podrían influenciar el despliegue de capacidades de una persona. No es un tema menor. Según un estudio de Gallup, mejorar la “experiencia del empleado” aumenta un 10% las evaluaciones de los clientes en las encuestas, un 17% la productividad, un 20% las ventas y un 21% la rentabilidad.
A pesar de que aún queda mucho por profundizar a partir de las aristas que se abren de este análisis, es importante enfatizar la importancia de esta reflexión, de cara a los desafíos organizacionales que se están viviendo. En contextos cambiantes, como el actual, la capacidad adaptativa de las organizaciones se vuelve el factor determinante para asegurar la sobrevivencia y el desarrollo de la organización. Ésta sólo aumentará si hay una intención clara por desplegar al máximo el potencial que cada colaborador tiene, y crear espacios que permitan que cada persona pueda dar lo mejor de sí dentro de la organización. Da como para intentarlo.
Puedes revisar CLA Insight completo sobre “El despliegue individual para el aumento de la capacidad adaptativa” AQUÍ